Alimer envía 30 camiones al día de brócoli y lechugas a las fruterías

 

En Alimer 6 de cada 10 lechugas son del tipo «iceberg» y venden 35 millones de unidades

 

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REPORTAJE
Todos estamos acostumbrados a comprar en el supermercado lechugas limpias, envueltas en un prolijo plástico –algo que puede cambiar- y llevárnoslas a casa para usar en ensaladas durante varios días. O a comprar los “cogollos” o “perdices”, lechugas más pequeñas, minis, que se pueden consumir partidos en mitades o cuartos, con una anchoa por encima. Y también, las cómodas bolsas con ensaladas preparadas, a falta de aliñar. En brócoli, en el supermercado ya nos ofrecen la pella limpia para trocear y cocinar. Y también los floretes, para comer casi de un bocado.

Hay numerosas empresas en España que se encargan de cultivar y preparar estas hortalizas; durante el invierno se abastecen tanto el mercado nacional como los mercados del norte de Europa, que por sus inviernos duros no tienen verdura local. El 90% de la producción hortícola mediterránea acaba en países del norte de Europa, en envíos que van de octubre a mayo.

En verano la producción de verduras se queda en España y algo a Francia y los productores de hortalizas buscan campos de cultivo en zonas altas, sobre 1000 metros, para cultivar en el calendario de clima caluroso. Tanto lechugas como brócolis son naturalmente verduras de invierno y para tenerlos en verano hay que buscar zonas frescas para cultivarlos.

Una de las empresas españolas más importantes en el cultivo de lechuga y de brócoli es Alimer,  Alimentos del Mediterráneo, en Murcia; trabajan diferentes frutas y hortalizas en varias centrales hortofrutícolas. En el que está situado poco antes de llegar a Lorca es donde se reciben lechuga y brócoli. Otro situado en Cieza trabaja frutas de hueso, melocotones, albaricoques, ciruelas, cerezas.

Las marcas que caracterizan el producto de Alimer son Torosol, Lorfy, kittos y Cofrucieza.

La mejora de las variedades ha permitido que problemas que antes tenían las lechugas y que requerían la aplicación de tratamientos, ahora no sea necesario hacerlos. Las variedades actuales son resistentes a los pulgones –unos insectos pequeños- mildiu y Bremia, dos hongos.

Mini lechugas baby, y nombres populares, según mercados, litle gem, corazones, cogollos de Tudela, perdices, …

Los tipos de lechuga que se cultivan son Iceberg, baby y romanas grandes y medias. En baby y romana midi se trabaja también variedades rojas. Las cantidades que se producen de Iceberg están estancadas pero no bajan. Las baby pueden superar a las Iceberg en el futuro. 6 de cada 10 lechugas que produce Alimer son Iceberg, 4 baby y hay un 5% de romana. La Iceberg pasó en los últimos años de 8 millones de piezas a 35 millones.

En los últimos aproximadamente 10 años se ha cambiado la forma de trabajar las lechugas, buscando minimizar la manipulación del producto. La recolección empieza por decidir cuándo se empieza y el criterio para hacerlo es la compacidad del cogollo; para tener una buena calidad el producto no debe estar sobremaduro. Las lechugas acogolladas se recogen antes de que el cogollo alcance su máxima compacidad.

La principal causa de pérdida de calidad en lechugas son las roturas de hojas y esto ha favorecido que la manipulación se realice en el campo. Una vez que el recolector corta la lechuga, le quita las hojas externas hasta dejar la parte que consumiremos y la coloca directamente en la bolsa y ésta a su vez en la caja en que se transportará al almacén. Esta limpieza, en la que también se desechan las piezas defectuosas, puede significar que un 25 a 35% de toda la masa que se produjo quedará en el campo, a la espera de ser consumida por animales que se llevan a pastorear una vez los campos han sido recolectados.

Se pone especial cuidado en que una vez cosechada y envasada, la lechuga llegue lo antes posible al almacén, donde se la “preenfría”. Este es un procedimiento especial por el que la temperatura se hace bajar rápidamente hasta alcanzar el nivel óptimo para mayor vida útil, unos 2 o 3ºC, es decir, que llegue a la casa del consumidor con el aspecto más fresco posible. Este proceso tarda unos 20 minutos, dependiendo de la temperatura que traiga el producto de campo.

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El vacuum cooling pre-enfría palets de lechugas envasadas en el campo

El preenfriado debe realizarse en las tres primeras horas después de la cosecha –existen estudios que indican que por cada hora de retraso por encima de las tres horas se reduce un día de vida comercial- y en el caso de lechuga se hace mediante vacío, “vacuum cooling”, un procedimiento que se basa en la evaporación de agua del producto, que, para hacerlo, consume el exceso de temperatura con el que viene de campo (es un principio similar al motivo por el que sentimos frío cuando nos aplicamos alcohol, que usa nuestro calor para evaporarse).

 Alimer-1.jpgLa lechuga se planta y cosecha bajo pedido, de forma -que los productores- sitúan la hortaliza en los envases -marcas- que desea el comerciante de la frutería. Una vez preenfriada, se almacena en cámaras frigoríficas a la espera de enviarla en camiones también frigoríficos.

Un procedimiento diferente tienen las lechugas baby, que vienen del campo con todas sus hojas y se limpian y envasan en el almacén. Los restos se utilizan también para alimentación del ganado.

¿Cómo se fabrican las ensaladas?
Parte de las lechugas que produce Alimer se colocan, sin envasar, en grandes cajas de plástico con paredes y base enrejillada, “palots”, que serán las que se envíen a las fábricas de IV gama en España y algunas otras zonas o países, principalmente Francia, para hacer las lechugas troceadas y listas para usar en bolsas que cambian de nombre a las “lechugas por el de ensaladas”.

El brócoli
El brócoli es otro de los productos estrella de Alimer. Se trabaja como las lechugas baby, en almacén, pero a diferencia de éstas, llegan del campo ya sin hojas, como pellas limpias que se cortarán para obtener el peso deseado en los envases. Otras empresas lo trabajan todo en el campo.

El brócoli se comercializa envuelto en plástico que se estira y recubre la pella, o envuelto en plástico que se retractila, y a granel, en envases forrados con una bolsa grande de plástico donde se colocan las pellas y se recubren de hielo. Esta última es la forma de envasado más frecuente; un 90% del brócoli se comercializa en piezas enteras y desnudo.

El envasado en retractilado se reserva para el brócoli orgánico y tanto éste como el brócoli envuelto en plástico estirable se enfrían en cámaras frigoríficas de preenfriamiento. Son cámaras frigoríficas con equipos más potentes que los convencionales, capaces de quitar el calor rápidamente, en unas 4 a 5 horas.

La humedad relativa en la que que se mantiene durante la poscosecha del brócoli es muy alta, del orden del 95%, para que el producto no se deseque. Al inicio del proceso, cuando el brócoli o las lechugas no pueden trabajarse de inmediato, también son cámaras frigoríficas el sitio donde esperan a ser trabajados. La mejor temperatura para el brócoli está entre 0 y 1ºC

De lechuga salen de Alimer cada día unas 300.000 piezas -en calibre 10, significan 1.500 cajas por camión-, o sea, unos 20 camiones por día. De brócoli salen cada día unos 200.000 kg, unos 10 camiones.

Alcachofa, coliflor, calabaza y sandías
Alimer también cultiva alcachofa, pero se trata de un producto que por su cultivo, sobre todo, en Perú, ha dejado de ser competitivo, especialmente en su modalidad industrializada. De Perú llegan latas con 250 g de alcachofas a 0.90 €, mientras que aquí el precio menor al que se puede llegar al mercado es 1 €. Esto ha llevado a la desaparición de muchos productores de alcachofa que la industrializaban, sobre todo si en su producto final no se buscaba la diversidad. En el caso de Alimer hace unos 15 años producían 15 millones de kg y ahora están en 3 millones de kg. Un 90% de esta cifra va a industria. De las fábricas que había hace 15 años han sobrevivido un tercio.

La coliflor es otro cultivo típico de Alimer, aunque de importancia mucho menor que el brócoli. Si de éste se producen 35 millones de kg, de coliflor se producen 1 a 1.5 millones de piezas. Se trata de una hortaliza cuyo consumo en los últimos 10 años es muy inferior al de brócoli. A España viene producto proveniente de Francia en verano hasta noviembre.

El consumo medio de brócoli en España se ha quintuplicado en el último lustro y ha pasado de los 200 gramos por habitante y año de 2010 a cerca de 1 kilo en, según dijo la V asamblea general de +Brócoli. Actualmente cuenta Javier Bernabéu secretario de + Brócoli y directivo de Sakata Seed Ibérica se consumen, aproximadamente, 65.000 toneladas de brócoli al año, es decir, 1,5 kilos per cápita de cada español. En opinión de la redacción de Actual FruVeg en esta espectacular evolución del crecimiento y popularidad de esta verdura la tiene también la decisión de la cadena de supermercados Mercadona al colocar brócolis todo el año de forma preferencial en su secciones de frutería.

En Alimer también producen calabaza cacahuete y sandías. Las sandías se han multiplicado por tres en los últimos 10 años. De los 18 a 20 millones pasaron a unos 55 y en paralelo se produjo una gran diversificación varietal. De las sandías de 4 kg que había que partirlas para que entraran en la nevera ahora los productores plantan variedades de sandías de 1.5 kg, sin semillas y con muy buen dulzor. El cultivo se realiza en todo el valle del Guadalentín, un afluente del río Segura. La manipulación en almacén de las sandías consiste en aplicarles agua y un buen cepillado.

La fruta de hueso tiene en Cieza su almacén; producen unos 25 millones de kg entre melocotones, paraguayos, ciruelas, etc.

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El Ingeniero Agrónomo, Antonio Murcia

Sobre Alimer
Alimer tiene 1500 socios entre todos los sectores que abarcan: ganadería, pienso, hortalizas y flores. Socios de hortalizas son 150 y ensaladas producen unos 40 a 45 agricultores que suman 1500 a 1800 hectáreas. Cuenta con los almacenes de Lorca, Cieza y Puerto Lumbreras, éste úlitimo también para hortalizas.

Antonio Murcia, agrónomo formado en la Universidad Politécnca de Cartagena, es el encargado de calidad de todos los almacenes y en cada uno de ellos hay dos técnicos de calidad.

Alimer es una cooperativa que está integrada directamente por productores. Más de 1.750 agricultores, horticultores y ganaderos que se integran dentro la cooperativa de 1º grado más grande de la Región de Murcia. Se trata de una cooperativa agrícola y ganadera. Los productos de los socios se diferencian en cuatro secciones: Piensos, lácteos y ganadería, Frutas y hortalizas, Suministros y Flores y plantas.

Alimer comienza su actividad hortícola en el Valle del Guadalentín y la Vega Alta del Segura, en la Región de Murcia, en el año 2006. El objetivo de la cooperativa es aunar los esfuerzos de aquellos que ponen su trabajo y dedicación en la producción de los bienes más importantes del sector alimentario, las materias primas.

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