Las recomendaciones actuales sobre Dieta Mediterránea y la Dieta Planetaria Saludable

 

CRÓNICA
Es necesario orientarse hacia una dieta flexivegetariana, basada en alimentos de origen vegetal, con fruta variada, vegetales, frutos secos, legumbres y cereales integrales, junto a pequeñas cantidades de carne y lácteos, y con reducción especial de la carne roja. Este es el principal mensaje del XIV Congreso Internacional de la Dieta Mediterránea celebrado en Barcelona el mes de marzo, 2024.

Con las recomendaciones de la Dieta Mediterránea Congrés se podrían evitar 11 millones de muertes prematuras anuales y asegurar en 2050 una dieta saludable para todos los confines del planeta. La dieta debe ser flexible y adaptable a las condiciones geográficas de cada población, a las tradiciones culinarias propias y a las preferencias personales.

A las recomendaciones actualizadas por los científicos sobre alimentación saludable hay respuesta para la pregunta ¿tenemos que replantearnos las recomendaciones basadas en la dieta mediterránea? Los autores Pablo Pérez-Martínez, Ricardo Gómez Huelgas, Francisco Pérez-Jiménez, la citan como “dieta planetaria saludable”.
(El artículo completo de la revista ELSEVIER está AQUÍ)

Sobre la dieta planetaria los autores citados hacen la cita para explicar que la producción de alimentos también deberá reorientarse para producir alimentos saludables, más que a producir grandes cantidades. Esto podrá permitir en el futuro que alimentos, como el pescado, puedan producirse de forma más sostenible.

¿Qué es la EAT-Lancet? Es el informe sobre “la dieta de la salud planetaria”. La Comisión EAT-Lancet reunió a 37 científicos líderes de 16 países en diversas disciplinas, incluida la salud humana, la agricultura, las ciencias políticas y la sostenibilidad ambiental para desarrollar objetivos científicos mundiales para dietas saludables y una producción sostenible de alimentos.

Los decálogos de la Dieta Mediterránea (II)

Hace 20 años una publicación liderada por Walter Willet definió la pirámide de la Dieta Mediterránea, proponiéndola como uno de los principales modelos de dieta saludable, en especial para la prevención cardiovascular. A partir de entonces, el término Dieta Mediterránea ha sido un referente exitoso y de comunicación eficaz, ampliamente aceptado por los profesionales de la salud y por sectores de la población, en especial en el área mediterránea. De forma complementaria y gradual, se han ido acumulando suficientes evidencias sobre su beneficio cardiovascular, de lo que es uno de los mejores ejemplos el estudio Predimed; y  la firma o huella metabolómica” de la adherencia a la dieta mediterránea. 

Evaluan la adherencia a la Dieta Mediterránea ( I )

Actualmente la creciente preocupación por el calentamiento global, abordado en la Conferencia de París sobre el Clima, celebrada en diciembre de 2015 (y la 28 COP celebrada en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, 2023) y a cuyas recomendaciones se han adherido de forma vinculante 195 países, nos impone reflexionar sobre, si las tradicionales recomendaciones saludables basadas en la dieta mediterránea son compatibles con las estrategias preconizadas en dicha conferencia. Ello implica un plan de acción mundial, que ponga el límite del calentamiento global por debajo de 2°C en el año 2050.

A favor de la iniciativa “salud para todo el mundo”

Desde hace tiempo se conoce que el sector alimentario es uno de los principales responsables del calentamiento global, situándose por encima del 22% de la producción mundial de gases con efecto invernadero, siendo por tanto un factor clave en el deterioro del planeta.

Según estos conceptos, el concepto salud y el bienestar del medio ambiente, es necesario tener en cuenta la salud del planeta, cuando se piense en la búsqueda de la salud y del bienestar humanos

Con esta idea, y dada la importancia de la alimentación en la salud humana y la sostenibilidad del planeta, un conjunto de expertos, constituidos como “The Lancet Comission”, han abordado la relación mutua entre ambos hechos, salud humana y salud del planeta.

Para crear mensajes, iniciativas y actitudes de responsabilidad individual y corporativa en un compromiso mundial de “dieta planetaria” el cambio deberá ser profundo, y lo ha iniciado la Lancet Comission, liderada por el divulgador de la Dieta Mediterránea, Walter Willet, partiendo del principio de que los alimentos son la palanca más potente para optimizar la salud humana y la sostenibilidad medioambiental en la Tierra.

Figura sobre la Dieta Planetaria Saludable: La alimentación para el “antropoceno”. La sindemia global

La producción no controlada de alimentos no sostenibles está generando una doble carga de obesidad y desnutrición, agravada por el cambio climático, que genera una mayor vulnerabilidad. En la actualidad, esta “sindemia global” es la mayor amenaza para la salud humana. Frente a ello, una Dieta Planetaria saludable a partir de sistemas alimentarios sostenibles va a favorecer una protección frente al cambio climático y una mayor calidad alimentaria con el consiguiente control de la desnutrición y una menor tasa de obesidad.

En el blog Eco-Nutrición preguntan si ¿es posible alimentar a 10.000 millones de personas para el 2050? con la dieta planetaria.

Sobre el antropoceno
El antropoceno es hoy, estamos en él.
El antropoceno es una nueva era geológica. Algunos científicos consideran que se inició con la Revolución Industrial (a finales del siglo xvIII),, otros lo asocian al comienzo de la agricultura, solapando enteramente al Holoceno.

El Antropoceno (del griego ἄνθρωπος anthropos, ‘ser humano’, y καινός kainos, ‘nuevo’) es una propuesta de época geológica por una parte de la comunidad científica para suceder o reemplazar al Holoceno, la época actual del período Cuaternario en la historia terrestre, debido al significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres (especialmente ilustradas por la denominada ‘extinción masiva del Holoceno’).

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