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La foto principal es de “sigmaearth.com”
INFOMERCIAL
El aumento de la población mundial hace imprescindible la búsqueda de fuentes de proteínas alternativas a las de origen animal. En este sentido, las microalgas y la lenteja de agua suponen una alternativa óptima debido a su alto contenido proteico, así como sus altos rendimientos productivos en sistemas de cultivo artificial. Sin embargo, existen algunas limitaciones y retos técnicos que AINIA está estudiando en el marco del proyecto SUPRALEM. Dirigido al estudio de la producción de biomasas acuáticas alternativas, para el desarrollo de nuevos alimentos funcionales basados en proteínas vegetales de manera sostenible.
¿Qué es la lenteja de agua y para qué sirve? La lenteja de agua alcanza niveles de proteína hasta un 38% de su biomasa. Este contenido proteínico, junto con su alta palatabilidad y su facilidad de suministro, la hace ideal para alimentación de cerdos, aves o ganado (Chará 1998).
El proyecto integra tres grandes objetivos. En primer lugar, la investigación y estudio del cultivo artificial de lenteja de agua y microalgas, atendiendo a su crecimiento y a la operatividad del cultivo. En segundo lugar, se analizarán los pre-tratamientos y la concentración de sus extractos de interés, y por último, se investigarán nuevos ingredientes funcionales basados en extractos de lenteja de agua y microalgas.
SUPRALEM es un proyecto de I+D de carácter no económico, en colaboración con empresas, que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y la cofinanciación de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
AINIA investiga la producción de ingredientes funcionales a partir de biomasas acuáticas
Existen granjas de algas; son lugares donde se cultivan estos vegetales de mar para uso comercial. (ver la foto principal de “sigmaearth.com”). Las microalgas se cultivan comercialmente. Los usos comerciales de las microalgas son: colorantes alimentarios, bioplásticos, medicamentos, agentes de contaminación en masas de agua, fertilizantes y biocombustibels. Otras de las aplicaciones comerciales de alguna variedad-es para el consumo humano y suplementos nutricionales.
En ACTUAL FruVeg se han publicado otros post relativos a las algas y alimentación -ver a continuación en informaciones relacionadas- y en uno de estos post es de una presentación en el AINIA de Vicenta Moll Martinez, una healty chef que explica el uso de las algas en la cocina.
La espirulina se considera un superalimento., es una proteína vegetal natural. y algunos deportistas la toman para aumental la masa muscular. Puede comprase como polvo deshidratado o en pastillas. (Imagen del El Mundo Deportivo)
Por otra parte, un estudio reciente de la Universidad de Exeter, publicado en The Journal of Nutrition, revela que dos especies de algas comercialmente disponibles son ricas en proteínas y favorecen la remodelación muscular en adultos jóvenes y saludables, se trata de Spirulina y chlorella, dos de las algas más accesibles en el mercado, ambas, son ricas en micronutrientes y proteínas. ¿Qué es la espirulina? La espirulina es un alga unicelular azul verdosa famosa por ser una fuente importante de proteínas, vitaminas y minerales, por lo que destaca por su alto valor nutritivo. Además, tiene un efecto saciante.
En la sección de Nutrición y Bioquímica, nuestra colaboradora científica, Beatriz Riverón, califica a las algas como un “tesoro ecológico y nutricional”. Por otra parte, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) coordinó y lideró un ambicioso proyecto europeo, ProFuture, que tuvo la finalidad de desarrollar tecnologías de producción de microalgas, más sostenibles y competitivas, con las que obtener alimentos ricos en proteínas, nutritivos y con un menor uso de nutrientes químicos y energía.
Massimo Castellari, investigador del IRTA, decía «el problema con las microalgas hoy en día es que, a pesar de que se llevan estudiando desde hace años en Europa sobre todo para la producción de biofuel, su producción sigue siendo limitada y no acaba de estar al 100% industrializada, lo que hace que el precio del producto sea alto»
Elaborar productos con microalgas permitiría una fuente de proteínas de calidad para todos los países, adaptando el sistema de crecimiento del cultivo al entorno. «Se pueden implementar incluso en medio del desierto, en áreas marginales, por lo que no compiten con otros cultivos vegetales por el suelo. Y eso en países como España, en que avanza la desertificación, podría ser muy interesante», apunta este investigador.
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Mariano Vidal muestra en una información -a continuación- sobre Tilamur y el proyecto europeo EASY-Feed, Eco Aquaponic Systems, un gráfico de estel proyecto EASY está en las instalaciones de cultivo de la espirulina, y los invernaderos de cultivo de quinoa y los peces tilapia que se explica en un reportaje publicado en TecnologíaHortícola.com sobre la visita a Tilamur de un grupo de empresarios nigerianos.
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