El repollo, como otras especies del género Brassica, contiene un amplio espectro de nutrientes y componentes bioactivos que son responsables por su potencial promotor de la salud
Beatriz Riverón,
Bioquímico farmacéutica
INFORMACIÓN
El repollo (Brassica oleracea subsp. capitata (L.) familia Brassicaceae), es una planta herbácea comestible cuyas hojas forman un característico cogollo compacto. Es originario de una amplia zona de Europa, encontrándose formas silvestres en lugares tan dispares como Dinamarca y Grecia. Fue cultivada al parecer por los egipcios 2.500 años a.C. y posteriormente por los griegos.
Las diferentes variedades se obtuvieron a partir de la especie silvestre, conocida desde hace siglos, para adaptarlas a diferentes condiciones climáticas.
Se consume cocinado, o crudo en ensalada. Se puede conservar cocido, congelarse tras escaldarlo previamente e incluso como chucrut (forma fermentada que se utiliza como condimento o acompañamiento).
Es rico en vitamina C, A, calcio y β-caroteno, además de tener un alto contenido de fibra y biocompuestos activos.
Propiedades nutricionales y farmacológicas
Las plantas del género Brassica contienen un amplio espectro de componentes bioactivos que son responsables de su potencial promotor de la salud, como vitaminas, polifenoles y glucosinolatos.
El repollo es una verdura utilizada como verdura y medicina tradicional en todo el mundo.
Las diferentes preparaciones de varias partes de la planta (raíces, brotes, hojas y la planta entera) se utilizan para tratar una amplia gama de enfermedades, que incluyen diabetes, cáncer, inflamación gástrica, hipertensión, hipercolesterolemia y obesidad, y también como anticoagulante y hepatoprotector.
– E l repollo tiene muy pocas calorías y una gran cantidad de nutrientes. Es pobre en calorías, y contiene proteína, es muy rico en fibra, vitamina K, vitamina C y vitaminas del complejo B como ácido fólico (vitamina B9) y piridoxina (vitamina B6) que son esenciales para muchos procesos importantes en el organismo, incluido el metabolismo y el funcionamiento del sistema nervioso.
Es rico también en los minerales calcio, manganeso, magnesio y potasio. También contiene pequeñas cantidades de otros micronutrientes, como vitamina A, hierro y riboflavina (Vitamina B2).
– Contiene poderosos antioxidantes, incluidos los polifenoles y los compuestos de azufre.
Estructura química del glucosinolato
Los flavonoides representan una clase de metabolitos secundarios típicos presentes en las verduras brasicáceas. Su potencial como antioxidantes naturales ha suscitado un considerable interés científico. Por lo tanto, se están investigando los impactos en el cuerpo humano después del consumo de alimentos, así como su efecto como suplementos farmacéuticos.
Sus numerosas funciones fisiológicas los convierten en una herramienta prometedora para fines terapéuticos. También, las especies de Brassica se consideran principalmente por su capacidad para sintetizar glucosinolatos.
– Ayuda a mantener la inflamación bajo control.
La inflamación no siempre es algo malo, ya que el cuerpo depende de la respuesta inflamatoria para protegerse contra las infecciones y acelerar la curación. La llamada inflamación aguda es una respuesta normal a una lesión o infección. Sin embargo, la inflamación crónica (que ocurre durante un largo período de tiempo) está asociada con muchos problemas, como enfermedades cardíacas, artritis reumatoide y enfermedad inflamatoria intestinal.
El sulforafano, el kaempferol y otros antioxidantes que se encuentran en las verduras brasicáceas como el repollo, probablemente sean los principales responsables del efecto antiinflamatorio.
– Es rico en vitamina C. La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina soluble en agua que desempeña una serie de funciones en el organismo humano. Es fundamental para la producción de colágeno, una proteína que aporta flexibilidad a la piel y es fundamental para el buen funcionamiento de huesos, músculos y vasos sanguíneos.
Además, la vitamina C ayuda a absorber el hierro no hemo, el tipo de hierro que se encuentra en los alimentos vegetales. La vitamina C también es un poderoso antioxidante y ha sido ampliamente estudiada por sus posibles cualidades para combatir el cáncer. Protege al cuerpo del daño causado por los radicales libres, que se han relacionado con muchas enfermedades crónicas, incluido el cáncer. El repollo verde y lombardo son excelentes fuentes de este potente antioxidante, pero el repollo rojo contiene aproximadamente un 30 % más.
– Mejora la digestión. El repollo es muy rico en fibra insoluble, un tipo de carbohidrato que no se puede descomponer en los intestinos y, por lo tanto, ayuda a mantener saludable el sistema digestivo al agregar volumen a las heces y promover los movimientos intestinales regulares.
Además, el repollo es un prebiótico rico en fibra soluble, lo que aumenta la población de bacterias beneficiosas en el intestino, como las bifidobacterias y los lactobacilos. Estos microorganismos realizan funciones importantes, como proteger el sistema inmunológico y producir nutrientes esenciales, como las vitaminas K2 y B12 (cobalamina).
– Es bueno para el corazón. El repollo rojo, sobre todo, contiene poderosos compuestos llamados antocianinas. Le dan a esta deliciosa verdura su vibrante color púrpura. Las antocianinas son pigmentos vegetales que pertenecen a la familia de los flavonoides. Muchos estudios han encontrado una relación entre comer alimentos ricos en este pigmento y un menor riesgo de enfermedades del corazón.
El aumento de la ingesta de antocianinas en la dieta también reduce la presión arterial y el riesgo de enfermedad de las arterias coronarias. El repollo contiene más de 36 tipos diferentes de antocianinas potentes, lo que lo convierte en una excelente opción para la salud del corazón.
– Colabora en el control de la presión arterial. La presión arterial alta afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo y es un factor de riesgo importante de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Los médicos a menudo aconsejan a los pacientes con presión arterial alta que reduzcan su consumo de sal. Pero la evidencia reciente sugiere que aumentar el potasio en la dieta también es importante para reducir la presión arterial.
El potasio es un mineral y electrolito importante que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Uno de sus principales trabajos es ayudar a regular la presión arterial, neutralizando los efectos del sodio en el organismo. El mineral ayuda a excretar el exceso de sodio a través de la orina.
También relaja las paredes de los vasos sanguíneos, lo que reduce la presión arterial. Mientras que el sodio y el potasio son importantes para la salud, las dietas modernas tienden a ser muy altas en sodio y muy bajas en potasio. El repollo rojo es una excelente fuente de potasio.
– Ayuda a reducir el nivel de colesterol. El colesterol es una sustancia cerosa y grasosa que se encuentra en todas las células del cuerpo. Algunas personas piensan que hay “colesterol malo” y “colesterol bueno”, pero el colesterol siempre es el mismo, y es importante pues es esencial para el buen funcionamiento del organismo.
Del colesterol dependen procesos críticos, como la digestión adecuada (por los ácidos biliares, cuyo precursor es el colesterol) y la síntesis de hormonas y vitamina D. Sin embargo, las personas que tienen el colesterol alto también tienden a tener un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, especialmente cuando tienen niveles elevados de LDL (low density lipoprotein, o lipoproteína de baja densidad).
El repollo puede ser un aliado, ya que contiene dos sustancias que ayudan a reducir los niveles de LDL. Uno de ellos es la fibra soluble. Se ha demostrado que la fibra soluble ayuda a reducir los niveles de LDL al unirse a ella en el intestino y evitar que llegue a la corriente sanguínea.
Otra clase de sustancias presentes en el repollo que ayudan a reducir el colesterol son los fitoesteroles. Son compuestos vegetales de estructura similar al colesterol y, por tanto, “engañan” al organismo bloqueando la absorción del colesterol en el tubo digestivo.
-Es una rica fuente de vitamina K. La vitamina K es un conjunto de compuestos liposolubles que desempeñan muchas funciones importantes en el organismo, dividiéndose en dos grupos principales: vitamina K1 (filoquinona) que se encuentra principalmente en fuentes vegetales, y vitamina K2 (menaquinona) que se encuentra en fuentes animales y en algunos alimentos fermentados. También es producido por bacterias en el intestino grueso.
El repollo es una gran fuente de vitamina K1. Esta vitamina tiene como una de sus principales funciones actuar como cofactor de las enzimas encargadas de la coagulación de la sangre. Otra función de la vitamina K está relacionada con la regulación del ion calcio en la matriz ósea como parte de la osteocalcina (proteína ósea), ya que el aminoácido γ-carboxiglutâmico también se encuentra unido al mineral. Por lo tanto, la vitamina k es importante en el desarrollo temprano del esqueleto y en el mantenimiento de huesos sanos y maduros.
Sobre los glucosinolatos y cómo sacar partido de ellos
Los glucosinolatos son compuestos que contienen azufre que se encuentran naturalmente en las brasicáceas. Los glucosinolatos son un grupo bien definido de metabolitos vegetales caracterizados por tener una unidad S-β-d-glucopirano unida anoméricamente (a un carbono asimétrico, ópticamente activo)) a una función O-sulfatada (Z)-tiohidroximato.
Después de la hidrólisis enzimática catalizada por la enzima mirosinasa, la aglucona sulfatada puede sufrir una reorganización en un isotiocianato o formar un nitrilo u otros productos. Se ha descubierto que los isotiocianatos protegen a las plantas contra enfermedades y también son útiles en la biofumigación y cuando los residuos de cultivos se incorporan al suelo como abonos verdes.
Se han caracterizado más de 130 compuestos de glucosinolatos, de diferentes especies de Brassica y se pueden encontrar varios glucosinolatos en diferentes tejidos (por ejemplo, los que se encuentran en las raíces son diferentes de los que se encuentran en las hojas) de la misma planta.
Los glucosinolatos y sus derivados se están convirtiendo en el foco de muchas investigaciones debido a su papel en la defensa de las plantas, los efectos sobre la salud del suelo y su beneficio potencial para la salud de las personas que consumen brasicáceas como el repollo debido a su potencial mecanismo de protección frente a infecciones y al cáncer.
Las enzimas se desactivan con el calor, por lo que para que exista mirosinasa, si tomamos una Brassica que se ha sometido al calor de la cocción, es importante acompañarla con un trozo de esa misma hortaliza o de otra Brassica (qué tal un rabanito?) consumido en crudo. En el brócoli, se recomienda no cocinarlo más de tres minutos para que quede quede mirosinasa activa que pueda convertir a los glucosinolatos en los compuestos de interés biológico.
Fuentes
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Imágenes
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