Una dieta rica en vitamina D parece proteger del coronavirus…, lo que puede es un motivo adicional para disfrutar de los deliciosos champiñones y otras setas

 

SALUD
El coronavirus ha puesto a la vitamina D en el candelero. Además de su conocido papel en la fortaleza de los huesos, pues ayuda a absorber el calcio, se le atribuyen, a partir de determinados niveles en sangre, propiedades anticancerígenas. Estudios recientes han vinculado susceptibilidad al Covid-19 con deficiencia en vitamina D.

La vitamina D ha demostrado ser de ayuda en infecciones pulmonares y un estudio realizado en un hospital español ha demostrado que niveles adecuados pueden hacer menos seria la afección por Covid-19. Huub Savelkoul es profesor de inmunología en la Universidad de Wageningen, Holanda, y es el autor del editorial del último número 2020 de WageningenWorld, la revista de esa universidad, donde explica los resultados de ese estudio.

De un grupo de 26 pacientes a las que no se les suministró vitamina D, dos pacientes fallecieron y 13 acabaron en cuidados intensivos. Del grupo de 50 pacientes a los que si se dio vitamina D, ninguna persona falleció y sólo una necesitó cuidados intensivos. Se trata de un estudio pequeño, en que no se contempló el uso placebos; en este momento hay otros estudios en curso sobre el tema, pero ya los resultados del estudio español son alentadores.

Cuando nos ponemos al sol, nuestra piel sintetiza vitamina D, aunque hay quienes dicen, en relación a los efectos anticancerígenos en particular, que aún con horas de tomar el sol, no sería suficiente…, lo cual conduce directamente a pensar a tomar suplementos de vitamina D.

Sin llegar a tanto, podemos disfrutar de los alimentos que nos la aportan, y más en épocas de invierno o cuando debemos estar más tiempo en casa para evitar contagios, en que la posibilidad de que los rayos UV del sol nos ayuden es menor (en épocas de verano, las cremas protectoras tampoco ayudan a esta función…).

 

Champiñones y setas

Los champiñones, Agaricus bisporus (el clásico champiñón blanco o pardo) y otras setas son ricas en vitamina D. Los hongos silvestres tienen mayor cantidad que los cultivados, lo que puede deberse a que se cultivan en oscuridad. Los champiñones cultivados que se han sometido a radiación ultravioleta (UV) aumentan su contenido en esta vitamina y en algunos países se los comercializa ya con este tratamiento. También son comunes en el comercio las setas shiitake (Lentinus edodes) y la seta de ostra (Pleurotus ostreatus)
La literatura diferencia dos vitaminas D, la D2, que es la de origen vegetal, y la D3, de origen animal y también la que sintetiza la piel cuando le llegan los rayos UV del sol.

El ergosterol es un precursor biológico de la vitamina D2 y es un componente de las membranas celulares de hongos, explican Atila et al. en la revisión sobre los beneficios nutricionales y medicinales de Agaricus bisporus. El contenido de ergosterol de A. bisporus (blanco), A. bisporus (marrón), A. bisporus (Portabella), varió en los rangos de 39,5 a 56,7 mg / 100 g peso fresco. El contenido de ergosterol de los hongos botón marrones y blancos se correlacionaba con sus actividades antioxidantes.
Entre los alimentos de origen animal, los pescados grasos, como el salmón, el atún y la caballa se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina D. El hígado vacuno, el queso y la yema de huevo contienen cantidades menores.

 

Champiñones y setas en la cocina

Los champiñones son una alimento con personalidad gustativa y de esto saben sacar partido los cocineros. En Directo al Paladar tienen una entrada en que ofrecen nada menos que las “31 mejores recetas de champiñones”.

Funda Çavuşlar Atila, Mustafa Nadhim Owaid & Mohammad Ali Shariati, The nutritional and medical benefits of Agaricus bisporus: A review, October 2017 Journal of Microbiology, Biotechnology and Food Sciences 7(3), 10.15414/jmbfs.2017/18.7.3.281-286

WageningenWorld nr. 4 2020, AQUÍ

La imagen es de Pixabay

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