Dieta es un término que proviene del griego y significa estilo de vida y la dieta mediterránea se ajusta perfectamente a este concepto. Nuestra filosofía de vida se refleja en la forma en que cocinamos nuestros productos, por lo que través de la gastronomía, una región muestra sus tradiciones e historia. Las diferentes tierras de la cuenca del Mediterráneo comparten un cúmulo de sabores, perfumes, técnicas de cultivo y culinarias que han dado lugar a una gastronomía rica y saludable. El Mediterráneo relaciona a la perfección paisaje, agricultura y cultura.

La Dieta Mediterránea no sólo estimula la producción y consumo locales, sino que también fomenta una agricultura respetuosa con el medio ambiente y promueve los intercambios e iniciativas regionales, contribuyendo así al diálogo cultural, a la transferencia de conocimientos y tecnología y a la revitalización económica y social de todas las comunidades del Mediterráneo, tal como expone MAPAMA en su documento ‘La dieta Mediterránea‘.

Nuestros hábitos alimenticios y culinarios están marcados por:

La abundancia de alimentos de origen vegetal, como pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos
El empleo de aceite de oliva como fuente principal de grasa
Un consumo moderado de pescado, marisco, aves de corral, productos lácteos (yogur, quesos) y huevos
El consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas
Aportes diarios de vino consumidos con moderación durante las comidas

El aceite de oliva es uno de los alimentos más estudiados y sus saludables efectos están avalados por la a Organización Mundial de la Salud (OMS). Tiene un alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y componentes minoritarios como el escualeno, los polifenoles, antioxidantes naturales y es la fuente principal de grasas en la dieta mediterránea. Desgraciadamente, la influencia de globalización y los cambios socioculturales han traído consigo nuevos hábitos alimentarios menos saludables, y por lo tanto, menor consumo de los productos mediterráneos lo que puede originar una disminución de la producción, abandono de territorios rurales y degradación del paisaje.

España, Italia, Grecia y Marruecos lograron el reconocimiento para la Dieta Mediterránea quede inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de la Unesco. Es necesario que las nuevas generaciones conozcan este modelo de gastronomía y se impliquen en difundir los múltiples beneficios de nuestra dieta para la salud y el bienestar. (La Dieta Mediterránea cuenta con el reconocimiento de la Unesco)

Información relacionada:
La dieta mediterránea. Filosofía de vida basada en una forma de alimentarnos, de cocinar los alimentos, de compartirlos, de disfrutar de nuestro entorno y nuestro paisaje, de vivir y de relacionarnos con el medio, de generar arte y cultura, historia y tradiciones vinculados a nuestros alimentos emblemáticos y su origen.
Nutrición y sistemas alimentarios sostenibles. Papasseit i  Totosaus, Pere. Abril 2017. 28 páginas. Académicos y expertos analizan las actuaciones posibles en las ciudades para lograr una alimentación sostenible y mejorar las políticas alimentarias
Hortalizas, bases de una alimentación divertida y saludable. Namesny, Alicia. Marzo 2017. 10 páginas. Los vegetales son fundamentales para una alimentación saludable, ¿cómo cultivarlos en consonancia con el medio ambiente?
Agricultura local para retos globales: visión de la profesora Louise O. Fresco. Papasseit i  Totosaus, Pere. Marzo 2017. 15 páginas. Cómo alimentar a las generaciones presentes y futuras de manera sostenible y saludable, así como de forma equilibrada y equitativa.
Hortalizas en las ciudades. Papasseit i  Totosaus, Pere. Febrero 2017. 17 páginas. La horticultura periurbana; mezcla de hig-tech, mecanización y robotización, procesado de alimentos, nueva gastronomía y una logística futurista del huerto a casa.