“El agua es vida; el agua nutre” dice el mensaje principal del Día Mundial de la Alimentación

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“El agua es vida; el agua nutre” dice el mensaje principal del Día Mundial de la Alimentación de este año. El agua es esencial para la vida en la Tierra. Cubre la mayor parte de la superficie del planeta, constituye más del 50 % de nuestros cuerpos, produce nuestros alimentos y sustenta los medios de vida. Sobre el agua, “no hay que dejar a nadie atrás”, la FAO invita a todos con este compromiso.

Solamente el 2% del agua es dulce, para beber, para la agricultura y en la mayoría de usos industriales.Lla agricultura representa el 72 % de las extracciones mundiales de agua dulce, pero como todos los recursos naturales, el agua dulce no es infinita. los recursos de agua dulce por persona han disminuido un 20 % en las últimas décadas y la disponibilidad, y la calidad del agua se están deteriorando rápidamente debido a decenios de uso y gestión deficientes, sobreexplotación de aguas subterráneas, contaminación y cambio climático.

Ahora  2.400 millones de personas viven en países sometidos a estrés hídrico. Necesitamos producir más alimentos y otros productos agrícolas esenciales con menos agua. Los legisladores deben diseñar leyes y políticas basadas en la ciencia y la evidencia que aprovechen los datos, la innovación y la coordinación intersectorial para planificar y gestionar mejor el agua.

En España, de cada 100 litros de agua extraídos, 82 se utilizan para la agricultura. El uso del agua para la agricultura varía en función de la región y del tipo de cultivo. Los legisladores son responsables de proponer a los productores de alimentos sistemas de riego lo más eficientes posible. En esta materia, actualmente el conocimiento y la tecnología están disponibles para todos: agricultores y usuarios del paisajismo y de la industria.

La acción colectiva en 150 países de todo el mundo, en hasta 50 idiomas, es lo que hace del #DíaMundialdelaAlimentación uno de los días más celebrados del calendario de las Naciones Unidas. Cientos de eventos y actividades de divulgación reúnen a gobiernos, municipios, empresas, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, al público e incluso a los jóvenes. Promueven la conciencia internacional sobre el hambre y fomentan la acción para el futuro de la alimentación, las personas y el planeta.

Un sistema agroalimentario sostenible es aquel en el que se dispone de una variedad de alimentos suficientes, nutritivos e inocuos a un precio asequible para todos, y en el que nadie tiene hambre ni sufre ninguna otra forma de malnutrición. Los estantes están abastecidos en el mercado local o en la tienda de alimentación, pero se desperdician menos alimentos y la cadena de suministro alimentario es más resiliente ante crisis bruscas como los fenómenos metereológicos extremos, los repuntes de precios o las pandemias, todo mientras se limita, en lugar de empeorar, la degradación medioambiental o el cambio climático.

Sistema alimentario global y pacto verde

La FAO y los ODS señalan 4 mejoras o retos hacia sistemas agroalimentarios sostenibles:
Mejor producción. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, a través de cadenas de suministro alimentarias y agrícolas eficientes e inclusivas a escala local, regional y mundial
Mejor nutrición. Evitar la malnutrición de las personas promoviendo dietas saludables. Poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria.
Mejor medio ambiente. Proteger, recuperar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y marinos, y luchar contra el cambio climático (reducir, reutilizar, reciclar, gestión de los residuos
Una vida mejor. Promover el bienestar y el crecimiento económico inclusivo reduciendo las desigualdades (zonas urbanas/rurales, países ricos/pobres, hombres/mujeres).

El año pasado en #DíaMundialdelaAlimentación el mensaje era “no dejar a nadie atrás.

Imagen del ICCAS, Instituto Cooperación Científica en Ambiente y Salud, Buenos Aires

La Universidad de Málaga, ahora en su 50 aniversario resalta algunos “hechos” sobre la alimentación en el mundo

– Más de 3 000 millones de personas (casi el 40% de la población mundial) no pueden permitirse una dieta saludable.

– La pandemia de COVID-19 provocó una recesión económica que podría sumar 132 millones o más a los 690 millones de personas que ya padecen hambre.

– Casi 2 000 millones de personas padecen sobrepeso u obesidad debido a una mala alimentación y un estilo de vida sedentario.

– Los costos de la atención sanitaria conexos podrían superar los 1,3 billones de USD en 2030.Los pequeños agricultores producen más del 33% de los alimentos del mundo a pesar de que muchos se enfrentan a desafíos, incluidas la pobreza, la marginación de la toma de decisiones y la falta de acceso a los recursos, a saber: finanzas, capacitación y tecnología.

– A nivel mundial, un 20% más de mujeres que de hombres de entre 25 y 34 años viven en la pobreza extrema y más del 18% de las mujeres indígenas viven con menos de 1,90 USD al día.

– Los sistemas alimentarios del mundo son actualmente responsables de más de un tercio de las emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero mundiales.

– El 14% de los alimentos del mundo se pierde debido a la recolección, manipulación, almacenamiento y traslado inadecuados, y el 17% se desperdicia por la parte de los consumidores.

– La pérdida y el desperdicio de alimentos constituye un derroche de recursos, tales como el agua utilizada para producir alimentos: entre el 8 y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están asociadas con alimentos que no se consumen, cuando se tienen en cuenta las pérdidas anteriores al nivel del consumidor.

– El 55% de la población mundial reside en ciudades where 70% of the world’s food supply is consumed, y esto aumentará hasta un 68% en 2050. El 55% de la población mundial reside en ciudades, donde se consume el 70% del suministro alimentario mundial y esto también crecerá hasta el 68% en 2050.

– El cambio climático afecta a la población rural pobre, afecta al rendimiento o la productividad agrícolas y puede contribuir a cambiar la composición de nutrientes de los principales cultivos básicos, incluida la disminución de proteínas y algunos minerales y vitaminas esenciales

– Una de cada 10 personas se ve afectada por suministros de alimentos nocivos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas.

– La agricultura intensiva combinada con el consumo creciente mundial de alimentos que requieren un uso intensivo de los recursos y la conversión de ecosistemas naturales para la producción de cultivos o pastos, han degradado los suelos y los ecosistemas, y han reducido la biodiversidad.

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