Las bayas de Lonicera caerulea, conocida comúnmente como madreselva azul, madreselva de bayas azules, mora de miel entre otros, son nutritivas y muy ricas en compuestos farmacológicamente activos
El potencial de las bayas de L. caerulea para prevenir y curar varias dolencias parece estar relacionado sobre todo con su alto contenido en vitamina C y en compuestos fenólicos
Beatriz Riverón, Bioiquímico farmacéutica
Lonicera caerulea, familia Caprifoliaceae también conocida por sus nombres comunes madreselva azul, madreselva de bayas azules, mora de miel y honeyberry, es una madreselva no trepadora nativa del hemisferio norte templado frío en países como Canadá, Japón, Rusia y Polonia.
Es un arbusto de hoja caduca que crece de 1,5 a 2 metros de altura. Las hojas son opuestas, ovaladas, de 3-8 cm de largo y 1-3 cm de ancho, de color verde grisáceo, con una textura ligeramente cerosa. Las flores son de color blanco amarillento, de 12 a 16 mm de largo, con cinco lóbulos iguales; se producen en pares en los brotes. La fruta es una baya azul comestible de sabor agridulce, de forma algo rectangular que pesa de 1,3 a 2,2 gramos.
Las frutas se pueden utilizar en varios productos, como pasteles, mermeladas, jugos, helados, yogur, salsas, dulces y un vino similar en color y sabor al vino de uva roja.
Propiedades nutricionales y funcionales de Lonicera caerulea
Las bayas son muy ricas en vitamina C que reduce los niveles de especies reactivas de oxígeno, por lo tanto, son antioxidantes, así como los niveles plasmáticos de triglicéridos, lo que sugiere propiedades antiinflamatorias y antiateroscleróticas, y también contienen varios otros antioxidantes.
La fructosa representa más de la mitad de los azúcares totales que se encuentran en las bayas de madreselva. Otros glúcidos presentes en la fruta son la glucosa y la sacarosa. Se considera que la fruta contiene menos azúcar que, por ejemplo, los arándanos y podría recomendarse para una dieta diabética.
Contienen cantidades razonables de minerales como potasio, calcio, magnesio y fósforo. El potasio es el elemento más relevante que se encuentra en las bayas, mientras que el sodio muestra una concentración baja.
Como fruta pigmentada de azul, Lonicera caerulea contiene compuestos polifenólicos, como cianidina 3-glucósido, cianidina 3-rutinósido y peonidina 3-glucósido. Otros fitoquímicos antioxidantes presentes en las bayas son las proantocianidinas. Además, es rica en ácidos orgánicos. Con referencia a la composición de ácidos orgánicos, es importante destacar su importancia para la calidad sensorial de la fruta. El más prevalente que se encuentra en las bayas de madreselva es el ácido cítrico, que comprende la mayoría del total de ácidos orgánicos, siguiendo en menor proporción el ácido málico, el ácido quínico, el ácido tartárico, el ácido shikímico y el ácido fumárico.
Durante siglos en los países del este de Asia, Lonicera caerulea se ha utilizado para supuestas aplicaciones terapéuticas en la medicina tradicional. Actualmente, su atractivo se asocia principalmente a sus propiedades para la salud. La fruta muestra actividad anticancerígena, antiinflamatoria y antioxidante. Estas características resultan del diverso contenido de fitoquímicos en las bayas de madreselva con altas concentraciones de fitocompuestos, principalmente compuestos fenólicos tales como ácidos hidroxicinámicos, ácidos hidroxibenzoicos, flavonoides, flavonas, isoflavonas, flavonoles, flavanonas y antocianinas pero también iridoides (metabolitos secundarios, que se encuentran en más de 50 familias de plantas, pertenecen a la clase de los terpenos y, por lo tanto, son de naturaleza isoprenoide sendo los iridoides monoterpenos), en abundantes cantidades.
Los grandes beneficios potenciales de este nutritivo alimento son su capacidad para minimizar los efectos negativos de la radiación ultravioleta, la diabetes mellitus, los accidentes cerebrovascular y las enfermedades neurodegenerativas. La ingesta diaria de polifenoles hace que estos compuestos participen principalmente en la captación de radicales libres, la activación de genes de supervivencia, cascadas de señalización, la quelación de metales pesados (plomo, mercurio etc.), la modificación de la neuroinflamación y la regulación de la función mitocondrial. La planta se usa comúnmente en la medicina tradicional en Japón, siendo por sus propiedades anti-envejecimiento y por mejorar las funciones neurocognitivas.
Los compuestos bioactivos de las frutas ejercen actividad hepato y cardioprotectora.
Los taninos son otro grupo de compuestos que se encuentran en las bayas de madreselva. Están relacionados con el sabor astringente y poseen una amplia gama de propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Además, según estudios realizados, el consumo regular de bayas podría reducir la resistencia a la insulina y minimizar la pérdida ósea.
Estudios también han demostrado el impacto positivo de las bayas de madreselva en la inhibición de la melanogénesis, lo que resulta en un efecto blanqueador de la piel.
También se les ha adjudicado propiedades antimicrobianas, siendo particularmente eficaces contra Kocuria rhizophila, Bacillus subtilis y Campylobacter jejuni, pero sin afectar la microbiota benéficiosa para la salud, lo que significa que las bayas podrían servir como alimento prebiótico. También se demostró que los extractos fenólicos de bayas liofilizadas contrarrestan eficazmente la adhesión de Staphylococcus epidermidis, Escherichia coli, Streptococcus mutans y Enterococcus faecalis, todas ellas bacterias potencialmente patógenas, y de esa manera, previenen diversas infecciones como bucales y urinarias.
Fuentes
https://en.wikipedia.org/wiki/Lonicera_caerulea Acceso el 17/11/2021.
https://www.scielo.br/j/cta/a/X6gJXTLs8yXd4Qfh9mmjcHm/?lang=en Acceso el 17/11/2021.
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Imagen
https://www.catalunyaplants.com/lonicera-caerulea-madreselva-de-fruto-comestible/
