BioCultura Barcelona celebró su XXV aniversario superándose a sí misma. Con todo el espacio contratado desde hace meses, fue capaz de atraer a unos 74 mil visitantes desde el 3 al 6 de mayo en el Palau Sant Jordi. Pasillos llenos, salas de conferencias abarrotadas… “Una vez más, el sector ‘bio‘ saca músculo y demuestra que es el futuro frente a la ‘eco-no-mía‘ petrodependiente y obsoleta”, cuentan los organizadores del certamen..
Ángeles Parra, directora de BioCultura, destacó en el cierre de la feria que “el sector ecológico es ahora mismo imparable. Y esto es así porque hay una ciudadanía consciente que quiere que le dejen de tomar en pelo en alimentación, cosmética, energías, salud, etc. La “biocultura” es una revolución silenciosa que está emergiendo en todo el planeta, dice Parra. Ahora todos se quieren apuntar al carro ‘bio’ y eso no tiene por qué ser una mala noticia. Pero, eso sí, nosotros, los organizadores de la feria Biocultura, en la medida de nuestras posibilidades, vamos a velar para que esta explosión del sector orgánico no conlleve la pérdida de nuestra esencia y para que la alimentación sana y descontaminada siga siendo una semilla de cambio integral que nos lleve a construir una sociedad realmente sostenible, justa y en perfecta armonía con la Naturaleza”.
Los dos espacios de showcookings mostraron llenos absolutos durante todos los días de feria. Lo mismo ocurrió con el showroom dedicado a la ecoestética y la moda sostenible. El festival MamaTerra acercó la ecología profunda a los más pequeños y las familias y en la zona de picnic y ecofoodtrucks, amenizada con música en vivo de grupos emergentes catalanes, se vivieron momentos de una cierta euforia musicogastronómica. Parra señala que “hay varias tendencias que tienen mucho auge en el sector ahora mismo. Por ejemplo, la tendencia vegana, que sigue mucha gente joven. Por otro lado, el ‘háztelo tú mismo’. Y no olvidemos la ecoestética, que no para de crecer”.
Nuestro planeta está al borde de una gran crisis climática y de un gran colapso ecológico, dice la información de prensa de la feria Biocultura, y asegura que, está en nuestras manos revertir este proceso. El carro de la compra se ha transformado en un carro de combate hacia la regeneración de Gaia-tierra. Ecológico, local, de temporada… Nuestros hábitos pueden marcar el futuro. “El futuro será ecológico o no será”.
Ángeles Parra se muestra más reivindicativa todavía con respecto al asunto de Fira de Barcelona y la imposibilidad de que BioCultura pueda seguir creciendo en BCN: “La miopía y la mediocridad de algunos están boicoteando a uno de los sectores más necesarios, más pujantes y más creativos de nuestra economía.
En todas las ciudades y comunidades autónomas donde se lleva a cabo BioCultura (Madrid, Bilbao, Sevilla, València, A Coruña) los recintos feriales y la Administración municipal y autonómica ponen toda la carne en el asador para que cada feria sea un éxito y crezca el consumo interno de alimentos ecológicos, excepto en Barcelona-Catalunya, precisamente donde la entidad organizadora, Vida Sana, tiene su sede (y donde, además, el sector ‘bio’ siempre ha sido pionero, y motor de todo el sector estatal).
Aquí, en Cataluña cuentan los organizadores de BioCultura, un empresario con un contrato y la complicidad de no se sabe bien qué poderes e intereses oscuros están paralizando el crecimiento de BioCultura y, por ende, de todo el sector orgánico catalán.
A todo esto, Fira de Barcelona sigue mirando hacia no se sabe dónde y nuestros políticos, los de uno y otro lado, tienen cosas más importantes para tratar que una alimentación sana y descontaminada para la población y la salvaguarda de los ecosistemas autóctonos y globales. Ciertos políticos y algunos empresarios no han comprendido aún que cada golpe que le infringimos a la ‘Tierra’ es como escupir hacia arriba. Tarde o temprano, el escupitajo acabará en nuestra propia cara. Eso sí, la ciudadanía está mucho más despierta y mientras políticos y empresarios marean las mil y una perdices, hombres y mujeres conscientes apuestan por cambiar los hábitos de consumo hacia la salud, la sostenibilidad y la justicia. Y, en ese sentido, el enésimo éxito de BioCultura BCN, y más en el año en que la feria cumple 25 años, ha sido una demostración más de la necesidad de este mensaje y de la incapacidad de nuestros políticos y los empresarios -y su bucle de puertas giratorias- para abordar los temas que de verdad le interesan a las personas”.
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