El origen de los ingredientes de un menú y la actitud del consumidor son determinantes de la #AlimentaciónSaludable

 

CRÓNICA
La elección de los alimentos y la dieta se convierte en un escenario de responsabilidad, ante las implicaciones tan importantes que tiene el consumo de alimentos tanto para la salud como para el medio ambiente.

El consumidor tiene en cuenta a la hora de comprar varios parámetros; éstos son algunos de ellos:
– la composición del alimento como producto en una tienda y sus ingredientes saludables
con una información nutricional completa
envasado mínimo o con materiales compostables respetuosos con el medio ambiente, e incluso disposición a realizar boicots contra empresas que no respeten el medio ambiente, evitando comprar sus producto
– ¿Las verduras son la categoría principal en la que se inician las personas en el consumo de ecológicos? (le siguen los huevos y la fruta). En Actual FruVeg, creemos que en España, no; dónde sí se inicia la gente en el consumo de ecológicos es en alimentos procesados, elaborados y certificados y bien etiquetados con prescriptores que explican sus valores.
la etiqueta con la información detallada (procedencia/cultivo/componentes) y atención a los sellos oficiales, es determinante para acreditar el comercio sostenible para las etiquetas BIO.

En el comercio de alimentos los etiquetados incluyen las cerficaciones de calidad realizadas por empresas independientes

Entre los promotores del comercio alimentario con la etiqueta BIO la mayoría declaran sus preferencias por un canal especializado en la venta de alimentos, evitando la gran distribución, cuentan informaciones periodísticas informadas desde BioCultura.

En la feria BioCultura la Dra. Dolores Raigón explicó que “el resultado gastronómico que llega a la mesa de la gente no es tan sólo lo que se elabora en la cocina”, el origen de los ingredientes de un menú y la actitud del consumidor también son determinantes.

En el comercio de alimentos cuanto más se personaliza la historia que se cuenta a los compradores, es decir, cuanto más se conoce al productor, la zona donde se produce, las técnicas empleadas, el compromiso social y corporativo, etc., mayor es el nivel de responsabilidad para el consumidor. La consecuencia son compromisos con las actividades de agricultores y ganaderos, con el mundo rural, con el medio ambiente, con la biodiversidad, con la protección del paisaje, con la lucha para eliminar el desperdicio alimentario, con la mitigación al cambio climático, con la justicia social, con la herencia a las generaciones futuras, etc., explicaba en la feria BioCultura en su edición madrileña, la Dra Raigón. Por todo ello, “en BioCultura apostamos por el origen de los alimentos” cuenta Angeles Parra, directora del evento.

Consumidores responsables

El estudio Innova Market Insights asegura que los consumidores tienen un sentido de responsabilidad compartida por el futuro del planeta, y, dicen a las encuestas, que esto influye en sus decisiones de compra.

En cuanto al comportamiento sobre los factores de compra la gente cree en la reducción de los residuos (43% de los encuestados) y con respecto a “alimentación y bienestar” creen en comer con moderación (32%)”. La salud sigue siendo una gran preocupación para muchos, sobre todo a raíz de la pandemia.

En alimentación, también cada vez más se cree en el más vegetal y menos carne. Hay marcas que lanzan a sus departamentos de innovación con “alimentos de origen vegetal”. En el último año, este tipo de etiquetas fué el 59% del lanzamiento de nuevos productos. El 30% de las personas de todo el mundo cree en una alimentación basada en vegetales.

Los cultivos ecológicos también crecen. El olivar orgánico reduce un 100% la huella del carbono frente al tradicional, cuentan los ecologistas; los cítricos un 60% y los cereales el 42%.

En la agricultura ecológica el olivar representa un 33% de la superficie, los frutos secos el 29%, los viñedos, casi el 20% y entre los cítricos, plataneras, otros frutales y los berries, un 6%

El logo BIO es el más reconocido entre todas las etiquetas en las tiendas de alimentación. La mayoría de los españoles afirman en las encuestas su creencia en que los alimentos ecológicos cumplen con una normativa específica en pesticidas, fertilizantes y antibióticos. El consumo de alimentos con etiquetas BIO en España tiene un valor de 2.363 Mill €, un consumo por persona de 50,22 € per cápita.

En España hay alrededor de 750.000 consumidores habituales de productos ecológicos y, entre 3-5 millones de personas que consumen eventualmente productos ecológicos.

La producción ecológica de los productores agroalimentarios españoles
Las cifras indican que en España hay 50.047 operadores, 2.450 mil hectáreas; y 5.561 industrias de procesados y comercio de alimentos con la etiqueta de ecológicos. El mayor productor europeo de alimentos con etiquetas Orgánic y el cuarto mundial.

(Información recogida de un comunicado de prensa de VidaSana.org, organizadores de las ferias BioCultura en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla)
Producción ecológica. Estadísticas 2020. Subdirección General de la Calidad Alimentaria y de Laboratorios Agroalimentarios. (Administración del Estado Español). Ver documento AQUÍ

Hay un “plan de acción de la producción ecológica de la UE” que significaría en el horizonte 2030 que el 25% de la SAU española estuviera en este modelo de producción agroalimentario, ello significaría contar con más de 60.000 nuevos operadores con nuevos empleos. Como consecuencia habría una proliferación de “mayoristas”en alimentos de esta certificación de calidad -actualmente 1.900 registrados- y esta situación tendría que provocar una expansión del consumo de BIO entre los consumidores españoles y en este escenario habría que enfrentarse a compromisos como “Lucha contra Cambio Climático”, “Bienestar Animal”, “Apoyo a la Biodiversidad”, “Sostenibilidad Integral y Objetivos ODS”, “Apoyo a la Sostenibilidad del Medio Rural”, “Reducción de la Brecha de Género”, “Digitalización”, “Acceso a los ingentes Fondos para la Transición Ecológica” . (Ver AQUÍ el documento de “Análisis de la caracterización y proyección de la producción ecológica en España)

Mercado mayorista de frutas y verduras ecológicas

Hace un año MercaBarna creó BioMarket, un mercado para organizar la compra venta hacia el canal minorista de las frutas y verduras ecológicas y de otros alimentos con etiquetas BIO. En su primer año, según cuentan, Joan Badosa de la asociación de mayoristas de este mercado, y Ingrid Buera, directora de Marketing de MercaBarna, están cerca de alcanzar uno de los objetivos en cuanto a ventas, 20.000 toneladas distribuídas. En MercaBarna hay más oportunidades para la distribución de alimentos, creemos en ACTUAL FruVeg.

Las ventajas para las tiendas minoristas de alimentos son evidentes con el BioMarket. Disponen no tan solo un proveedor, sino un mercado mayorista, con diversidad de producto y servicios. El BioMarket debe servir como un democratizador del comercio de alimentos BIO y un divulgador de la prescripción hacia alimentos con estas etiquetas de calidad.

Los estudios de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria -EFSA- aseguran que ésta, la seguridad alimentaria, es un factor clave, igual para la elección de los alimentos como en los hábitos alimenticios.

Con los alimentos bien etiquetados,  proveedores certificados, unido al estado de opinión generalizado de emergencia climática, son claves en la estrategia “Farm to Fork” para reducir un 50% el uso de fitosanitarios químicos en la agricultura y un 20% los fertilizantes químicos, en 10 años. En el mismo sentido, la UE pretende que el 25% de toda la superficie agrícola europea se dedique a la agricultura ecológica.

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