Herramientas regulatorias para una dieta saludable y sostenible

Los enfoques voluntarios no han funcionado, y ahora nos encontramos en una situación de crisis

 

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Una posibilidad para mejorar la salud de la población es la de crear impuestos al azúcar y la sal cuenta un informe de la University of Reading; “el gobierno del Reino Unido debería ampliar su impuesto al azúcar más allá de los refrescos para cubrir todo tipo de alimentos”, dicen.

El informe del Programa para la Transformación de los Sistemas Alimentarios del Reino Unido (TUKFS), titulado “Herramientas regulatorias para una dieta saludable y sostenible“(enlace al pié de éste post) destaca cómo el impuesto actual a los refrescos ha reducido el contenido de azúcar en las bebidas en un 44% y sugiere que un enfoque similar ampliado a todos los tipos de alimentos podría ayudar a abordar la crisis de obesidad del Reino Unido.

En 2021 España aumentó el IVA del 10% al 21% para las bebidas azucaradas y edulcoradas cuyo efecto, sorprendentemente, no ha sido medido hasta hace poco tiempo. En Francia una de sus ministras de agricultura opinaba que un impuesto al azúcar equivaldría a poner «bolas y tornillos en los pies» de los industriales franceses, (..) El estudio de ESADECECPOL asegura que las clases medias y acomodadas apenas notan el encarecimiento debido a un impuesto extra a los alimentos con azúcares añadidos, o lo hacen y no reaccionan en consecuencia, por considerarlo irrelevante para su economía.

En España, el 10% del gasto sanitario se debe a enfermedades relacionadas con la obesidad, por lo que el tributo a las bebidas azucaradas trata de desincentivar los hábitos que conducen a este problema de salud . La OMS considera que los refrescos deberían encarecerse el doble para que se produjese una reducción significativa del consumo.

«Una posibilidad para mejorar la salud de la población
es ampliar el impuesto al azúcar
más allá de los refrescos para cubrir todo tipo de alimentos»

El profesor Chris Hilson, autor principal del informe de la Universidad de Reading, asegura que «es vital extender el impuesto al azúcar a todos los alimentos procesados. El impuesto actual ha logrado reducir el azúcar en los refrescos, pero necesitamos ver el mismo éxito en productos como batidos, galletas, yogures y cereales para el desayuno para mejorar la salud pública. Los parlamentarios deberían considerar medidas obligatorias en el sector alimentario, como un impuesto a la sal».

La profesora Christine Riefa, de la Universidad de Reading, cuenta al respecto del informe que los estudios de sus redactores “ofrece un menú integral de herramientas regulatorias para transformar el panorama alimentario del Reino Unido”. Los enfoques voluntarios no han funcionado, dice Riefa, y “ahora nos encontramos en una situación de crisis. Las empresas y los agricultores que quieren mejorar se ven perjudicados por quienes se lucran ignorando las preocupaciones sanitarias y ambientales.”

Otras recomendaciones de estos profesores son de 1) establecer objetivos sectoriales en materia de gases de efecto invernadero para la agricultura; 2) exigir a las grandes empresas alimentarias que informen sobre sus ventas de productos no saludables y 3) hacer obligatorio el etiquetado frontal con semáforo en todos los productos alimentarios.

Reducir el consumo de azúcar
La Organización Mundial de la Salud ( OMS ) recomienda reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10 % de la ingesta calórica diaria total, con un objetivo adicional de reducirla al 5 % para obtener mayores beneficios para la salud. Esto equivale a aproximadamente 25 gramos (o 6 cucharaditas) de azúcar al día para un adulto que consume alrededor de 2.000 calorías diarias.

Para todos hay estrategias que son efectivas. Para los consumidores que quieran bajar el consumo de azúcar y sal, la gran recomendación es “proponerse metas que sean alcanzables”. El dietista Sergio Guerrero propone éstas:
– Identificar fuentes ocultas de azúcar
– Reducir el consumo de bebidas azucaradas.
– Optar por frutas enteras en lugar de zumos
– Cocina en casa con ingredientes naturales.
– Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra.
– Limitar los postres y golosinas azucaradas

El articulo de EIT Food Eliminar el azúcar: innovaciones y acciones para una alimentación más sana en Europa alerta de los problemas clave del consumo excesivo de azúcar y del riesgo de múltiples enfermedades. Hay innovaciones para reducir el azúcar en las dietas

Frutas SÍ. ¿Acaso los azúcares no se encuentran también de forma natural en alimentos como la fruta, las verduras y la leche? Sí, pero las autoridades sanitarias advierten que no es necesario reducir su consumo. Elegir un plátano en lugar de un zumo azucarado o añadir frutos rojos al yogur son opciones más sanas que aportan fibra dietética y nutrientes, evitan los picos de azúcar y te hacen sentir más lleno. Los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías pueden ser útiles para las personas que buscan reducir el consumo de azúcar, pero las consecuencias para la salud son variadas y no ofrecen ningún beneficio intrínseco para la salud.

Son dulces y no tienen azúcares añadidos

Las fruta es dulce y no tene azúcares añadidos. El azúcar de la fruta, ¿es un dilema?. Muchos de los que lo afirman son unos fundamentalistas. “La fruta es mucho, muchísimo más que un poco de azúcar” dice doctorugarte, otra cosa, son el consumo de zumos.
imagen frutas-azucar.

El Documento: Herramientas reguladoras para una dieta saludable y sostenible, Chris Hilson, Christine Riefa y Kyriaki Noussia, (Universidad de Reading 2025) – disponible en línea AQUÍ

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