Ángeles Gómez, de Alimente, explica el potencial del trabajo realizado en el IATA-CSIC para prevenir la obesidad a través de un probiótico aislado en el intestino de personas delgadas
El resultado es una bacteria patentada que reduce el peso, la grasa corporal y mejora la acción de la insulina
I+D+i
Un equipo del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, IATA-CSIC, Valencia, ha aislado una bacteria del intestino de personas delgadas que se asocia a un fenotipo metabólico saludable en estudios epidemiológicos. Se trata de Phascolarctobacterium faecium, que “forma parte de la microbiota normal de las personas sanas y está presente en la mayoría de ellas, aunque disminuye a partir de los 60 años de edad”, detalla la profesora Yolanda Sanz, investigadora del IATA-CSIC y coordinadora del proyecto europeo MyNewGut, que ha generado un biobanco de bacterias intestinales humanas con potencial para mejorar la salud.
La bacteria P. faecium produce ácidos grasos de cadena corta, como el propiónico, que induce saciedad y tiene efectos antiinflamatorios. También se ha observado que las personas que toman el antidiabético metformina tienen mayor concentración de esta bacteria en el intestino.
En ratones con obesidad provocada por una dieta rica en grasas e hipercalórica, la bacteria actúa por varios mecanismos de acción: por una parte, activa las hormonas del intestino (sistema enterocrino) y aumenta la síntesis del péptido YY (una hormona anorexígena, con lo que se reduce el apetito) e inhibe las hormonas orexigénicas (estimuladoras del hambre).
Y, por otra parte, reduce la inflamación ocasionada por la dieta hipercalórica (incrementa la proporción de células inmunitarias antiinflamatorias) y también estimula la síntesis de algunos mecanismos de defensa del intestino.
El resultado explica Y. Sanz, citada por A. Gómez, es que “los animales reducen su peso y su grasa corporal cuando les proporcionamos el probiótico, pero además mejoran su tolerancia a la glucosa” (los probióticos son, según la definición de 2014 de un comité de expertos europeos, “microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped”, mientras que los prebióticos son ‘alimentos’ para nuestras bacterias).
Los resultados conseguidos hasta ahora no pueden ser más alentadores: la bacteria disminuye el apetito, el peso y la grasa corporal, además normaliza las alteraciones inmunológicas asociadas a la obesidad que, con frecuencia, acarrean enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, y reduce la inflamación intestinal.
Con la bacteria para prevenir y tratar la obesidad ya patentada, el siguiente paso del proyecto del IATA, que cuenta con la financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), es optimizar los procesos de producción, antes de iniciar los ensayos en humanos previos a su comercialización. Estos podrían empezar antes de un año.
Actualmente el equipo de investigación trabaja en la microencapsulación de la bacteria para “mejorar las tasas la estabilidad del probiótico, aumentar su vida útil y su viabilidad en el intestino”.
Por ahora, el producto no está formulado.
Fuentes
Un probiótico ‘made in Spain’ salido del intestino de personas delgadas previene la obesidad. Alimente.ElConfidencial.com
El CSIC desarrolla un probiótico que previene y trata la obesidad y las enfermedades metabólicas asociadas. Delegación.ComunidadValenciana.CSIC.es
La imagen es del DoctorAki.com
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