El experto Eric Imbert señala que los buenos precios de la última campaña del comercio de aguacates son la oportunidad para animar el consumo en Europa y el Reino Unido
Imagen de Plaggy en Pixabay
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En el mundo del aguacate no ha habido grandes cambios entre los proveedores. México mantiene su primer puesto, con un pequeño descenso en la campaña 2020-21; sus exportaciones están entre 3 a 1.45 millones de toneladas por año. Perú mantiene y consolida su segundo lugar con unas 600.000 mil toneladas. Israel alcanzó por primera vez la tercera posición, con cerca de 130.000 toneladas. Kenya subió al 4o. lugar, con exportaciones de más de 120.000 toneladas, una cantidad similar a la de Colombia que mantiene estancados sus volúmenes. Las exportaciones de Chile cayeron a 90.000 toneladas, situándose en 6o. lugar.
Estos datos provienen del número de septiembre-octubre de Fruitrop, uno de cuyos contenidos analiza la campaña 2023-24 del mercado mundial del aguacate (la imagen a continuación es de la misma fuente).
“Europa en estado olímpico” es como define la situación el experto Eric Imbert, CIRAD, autor del análisis. Las consecuencias de la falta de agua se evidencian en las zonas productoras que abastecen durante el invierno, lo que ha provocado que los volúmenes sean menores. El consumo creció más en Europa que en Estados Unidos, mientras que se mantiene estable en otros países.
El precio promedio mundial de la tonelada de aguacate importado en la campaña 23/24 fue de 2.800 US$ (frente a los 2.300 de la previa) y se espera que la campaña 2024-25 siga siendo buena.
Apoyar la industria del aguacate es en todo caso una decisión ganadora
Las conclusiones sobre la campaña son que indudablemente las consecuencias del cambio climático parecen ser muy reales para el aguacate y la fruticultura en general y requieren revisar las proyecciones de producción.
También requiere atención el estancamiento de los mercados secundarios, que significa que el crecimiento en la demanda todavía dependerá durante varias campañas más solamente de Estados Unidos, Europa y el Reino Unido.
Se trata de mercados con características muy diferentes, muy cerrado el primero y abiertos los dos últimos, por lo que estos serán más permeables a cómo evolucionen los volúmenes disponibles a nivel mundial.
Esto que puede ser una desventaja podría convertirse en ventaja según el nivel de promoción por el que se opte. “Apoyar la industria del aguacate es en todo caso una decisión ganadora”, permitiendo aprovechar los beneficios de campañas como la actual y protegerse de períodos de gran oferta. “Ahora que la época dorada pasó, los profesionales pueden elegir entre añorar los buenos años” o trabajar para sacar partido de las propiedades intrínsecas de los aguacates en cuanto a salud y facilidad de consumo.
Eric Imbert analiza el mercado mundial del aguacate en “Cultivo, procesado y poscosecha del aguacate” (2020)
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