La mitad de la comida de niños y adolescentes es de ingredientes ultraprocesados
Recomendaciones fundamentales para prevenir la obesidad infantil
INFORMACIÓN
Niños y adolescentes tienen dietas en las que la mitad de su comida son alimentos ultraprocesados. Según University College de Londres un 59% de las calorías de la dieta de los niños británicos provenía de los ultraprocesados. En otro estudio de la Universitat Rovira i Virgili —sobre la población infantil española- decían los ultraprocesados suponen el 40% del menú de los escolares.
En las revisiones bibliográficas de los científicos que estudian las ciencias de la salud asociadas a la alimentación hay una coincidencia entre el consumo de ultraprocesados y la obesidad en el 75% de los trabajos seleccionados. Si la exposición a los ultraprocesados comienza en la infancia, las probabilidades de desarrollar enfermedades y “globesidad” juvenil crecen exponencialmente.
Actualmente, “los ultraprocesados están al alcance de todo el mundo, en cualquier lugar y a cualquier hora”. Pero es en el desayuno y la merienda donde suelen estar más presentes, cuenta la Dra. Susana Domínguez de pediatría del H. Universitari Mútua de Terrassa. “Hay que evitar, también las galletas, cereales, bollería industrial, los aperitivos de bolsa y todos los derivados o análogos”.
Obesidad infantil por todo el mundo, la “globesidad”
Investigadores de FoodLab de la Universitat Oberta de Catalunya concluyó en un estudio reciente que un 78% de los escolares consume meriendas poco saludables, con azúcar y ultraprocesados en abundancia. Para ello, analizaron 2.163 meriendas de 734 familias catalanas con niños de 3-12 años, explica un artículo de Hada Macià en La Vanguardia.
Los padres y madres no son ni mucho menos los únicos culpables de que sus hijos coman tantos ultraprocesados; el problema es multifactorial cuenta el artículo del periódico de Barcelona. En general las imágenes de la alimentación que nos rodean en las tiendas de alimentos, restaurantes y en la publicidad generalista son de alimentos con ingredientes ultraprocesadas.
El papel de las administraciones y la educación alimentaria son claves. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), con cerca de 20 años de vida, “se ha quedado en agua de borrajas, al menos en lo que a los ultraprocesados se refiere” dice Javier Sánchez Perona del CSIC, autor de Los alimentos ultraprocesados (Catarata).
La Estrategia Nacional de Alimentación en España, impulsada por el Gobierno de España, con relación a los ultraprocesados solo propone desarrollar un marco normativo armonizado a nivel de la Unión Europea para establecer criterios de clasificación en cuanto a la elección de tipos de alimentos.
En España desciende el consumo de frutas y verduras. En opinión de la redacción de ACTUAl FruVeg, España como primer productor europeo de frutas, verduras y frutos secos entre los socios de la UE debiera tener la valentía y liderazgo para promover una alimentación con más raciones cada día de estos alimentos entre los 500 millones de consumidores socios de la Unión Europea. A la vez, a la industria hortícola española le convendría actuar contundentemente para asegurar tipos de alimentación con mayores consumos de fruta y verdura entre la población infantil europea.
Con una pregunta a la IA de Gemini sobre una “guía” para prevenir la obesidad infantil obtendremos consideraciones fundamentales para que los padres y cuidadores fomenten hábitos saludables en los niños. Esto incluye proporcionar comidas y refrigerios saludables, actividad física diaria y educación nutricional.
En cuanto a recomendaciones las siguientes pueden ser útiles en muchos casos:
– Fomenta la actividad física: Los niños deben realizar 60 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana. Anima a tus hijos a participar en actividades al aire libre y limita el tiempo que pasan frente a pantallas.
– Establece rutinas de sueño regulares: Los niños que no duermen lo suficiente tienen un mayor riesgo de aumento de peso. Establece horarios de sueño consistentes y asegúrate de que tu hijo duerma las horas necesarias según su edad.
– Da ejemplo de un patrón de alimentación saludable: Ofrece una variedad de frutas y verduras a lo largo del día. Reemplaza las bebidas azucaradas con agua, leche baja en grasa o jugo 100% natural.
– Limitar los alimentos procesados. Los alimentos procesados suelen tener un alto contenido en calorías, azúcar y grasas no saludables.
– Controla el tamaño de las porciones: Sirve porciones adecuadas a la edad de tu hijo. Deja que tu hijo coma hasta que esté satisfecho, incluso si eso significa dejar comida en el plato.
– Limita el tiempo frente a la pantalla: El exceso de tiempo frente a la pantalla puede provocar un aumento de peso y otros problemas de salud. Establece límites para el tiempo que tu hijo pasa frente al televisor, la computadora y otros dispositivos electrónicos.
– Concentra la atención en la salud, no en el peso: enseña a tu hijo a tener actitudes saludables y positivas hacia la comida y la actividad física sin hacer hincapié en el peso corporal.
– Involucra a toda la familia: No centres la atención solo en el niño con sobrepeso. Involucra a toda la familia en el cambio gradual de los hábitos de alimentación y actividad física.
– Habla con el médico de tu hijo: Si te preocupa el peso de tu hijo, habla con su médico. El médico puede ayudarte a crear un plan de pérdida de peso que sea seguro y eficaz para tu hijo.
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