Las frutas de zarzamora constituyen una fuente concentrada de valiosos nutrientes, así como de compuestos bioactivos de interés terapéutico
Destaca su importancia como alimento funcional
Beatriz Riverón,
Bioquímico farmacéutica
INFORMACIÓN
La zarzamora (Rubus fruticosus familia Rosaceae), originaria de Europa, Asia y Norte de África, es una planta vivaz, que puede desarrollarse hasta 3 metros, leñosa y muy invasiva, con largos tallos flexibles llenos de espinas que cuando entran en contacto con el suelo, suelen desarrollar raíces laterales, dando lugar a un nuevo pie de zarza (reproducción asexual), convirtiéndose en una especie persistente, colonizando vastas áreas durante largos períodos.
Tolera fácilmente los suelos pobres, siendo común encontrarla en terrenos baldíos y construcciones abandonadas.
Las hojas son pinnadas y se dividen en foliolos ovales, dentados, pubescentes por la parte inferior; están cubiertas de finas espinas, especialmente por la nervadura media. Florece de mayo a agosto (en el hemisferio norte), y las flores son de color blanco o rosado que se agrupan en racimos terminales.
El fruto, denominado muchas veces mora, es compuesto o agregado y globuloso. Los diversos colores que adopta determinan el grado de maduración (verde, rojo y negro, respectivamente). La planta presenta al mismo tiempo la floración y los diversos grados de maduración del fruto, hecho inusual en otras especies.
Se utilizan las hojas, los botones florales, los frutos y, en menor medida, la raíz.
Los frutos se consumen como fruta fresca, o para hacer postres, mermeladas y, a veces, vino.
Virtudes nutricionales y medicinales de la zarzamora
El fruto tiene valor medicinal, cosmético y nutritivo. Es una fuente concentrada de valiosos nutrientes, así como de constituyentes bioactivos de interés terapéutico destacando su importancia como alimento funcional. Contiene vitamina C , ácido fólico (B9) y niacina (B3), además de hierro, azúcares, pectina, polifenoles, flavonoides como atocianinas en sus pigmentos, glucósidos, terpenos, ácidos orgánicos tales como isocítrico, succínico, oxálico, málico y láctico, además de lípidos en el aceite de las semillas.
Las frutas también contienen quercetina, un flavonoide con propiedades farmacológicas, como antiinflamatoria, anticancerígena (ya que actúa sobre el sistema inmunológico), antiviral, influye en la inhibición de cataratas en diabéticos, antihistamínico (antialérgico) además de poseer propiedades antioxidantes y cardioprotectoras, reduciendo el riesgo de enfermedades coronarias y disminuyendo la incidencia de infarto de miocardio.
Los compuestos polifenólicos presentes en el jugo de las frutas son gastroprotectores, antiulcerativos y antiedémicos.
En el orujo de zarzamora también se identificaron ácidos grasos poliinsaturados, como linoleico y α-linolénico, con reconocidas funciones en varias vías metabólicas.
Estructura química del ácido gálico
En las partes aéreas, hay abundancia de taninos y ácido gálico libre (éste, un componente de los taninos), además de vilosina (sesquiterpenoide) con propiedades antiinflamatorias, que, junto con las antocianinas, aportan diversas actividades farmacológicas como antioxidantes, anticancerígenas, antimicrobianas, antidiarreicas, y antivirales, aprovechadas en infusiones.
Estructura química de la arbutina
Las hojas contienen además, hidroquinonas, como la arbutina (una hidroquinona glicosilada), e inositol. Esta sustancia es un polialcohol cíclico que desempeña un importante papel como base estructural para mensajeros secundarios en células eucarióticas, y está involucrado en varios procesos biológicos, tales como: ensamblaje del citoesqueleto; control de la concentración intracelular del ion Ca2+; mantenimiento del potencial de la membrana celular; modulador de la actividad de la insulina; descomposición de las grasas; reducción de los niveles de colesterol en la sangre.
Los pacientes que sufren de depresión suelen tener niveles reducidos de inositol en el líquido cefalorraquídeo (cerebroespinal).
Estructura química del inositol
Algunos resultados preliminares de estudios con suplementos de inositol muestran avances prometedores para las personas que padecen trastornos como la bulimia, el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y los trastornos bipolares.
Por otro lado, las altas concentraciones de fenoles, flavonoides y antocianinas presentes en los frutos poseen fuerte acción inhibidora de las enzimas tirosinasa (enzima que en la presencia del aminoácido tirosina y oxígeno, forma melanina) y elastasa (enzima que degrada elastina, sustancia que junto con el colágeno, determina las propiedades elásticas de las fibras de un tejido conectivo), por lo que los extractos son utilizados en la fabricación de cosméticos como crema tópica para el cuidado de la piel con excelente compatibilidad y estabilidad.
Varios factores agrogeoclimatológicos como el cultivo, las condiciones ambientales del área, las prácticas agronómicas empleadas, el tiempo de cosecha, el almacenamiento poscosecha y las técnicas de procesamiento influyen en la composición nutricional de la zarzamora. Esta fruta puede dar lugar a nuevas aplicaciones biomédicas como alimento funcional.
Fuentes
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Imagen: HogarMania.com/jardineria/
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