Las nueces de macadamia son muy ricas en ácidos grasos, con predominio de los ácidos grasos insaturados
Los ácidos grasos insaturados son extremadamente importantes en la prevención de enfermedades cardiovasculares
Beatriz Riverón, Bioquímico farmacéutica
Nuez de macadamia, es la denominación dada a la semilla comestible de dos especies de árboles del género Macadamia, M. integrifolia y M. tetraphylla (familia Proteaceae). Los frutos secos de las otras especies son venenosos debido a la presencia de glucósidos.
Originaria de Australia, los miembros del género Macadamia son arbustos o árboles de hoja perenne, de 2 a 12 m de altura. El fruto, es un folículo leñoso muy duro, de dehiscencia tardía, de forma globular, pero con ápice puntiagudo, con una o, raramente, dos semillas. El género tiene una distribución natural limitada al este de Australia y Nueva Caledonia, Indonesia y Célebes.
Las dos especies que producen nueces comestibles se introdujeron en China, y actualmente también se cultivan en varias regiones tropicales y subtropicales de Hawái, las Américas (México, Bolivia, Colombia y Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Paraguay, República Dominicana, Perú y Venezuela); también en Sudáfrica y Madagascar.
Los frutos de algunas especies de Macadamia también se utilizan para la elaboración de cosméticos, ya que contribuyen a la hidratación de la piel, ya que sus frutos secos contienen ácido palmitoleico y son especialmente ricos en ácido oleico, ácido linoleico, vitamina E y esteroles (especialmente avenasterol), que le confieren propiedades calmantes.
Propiedades nutracéuticas
– Las nueces de macadamia son muy ricas en ácidos grasos, con predominio de los ácidos grasos insaturados. ácidos grasos saturados: ácido palmítico, ácido esteárico, ácido araquídico; ácidos grasos insaturados: ácido palmitoleico, ácido oleico y ácido linoleico.
Contienen también, carbohidratos, fibras dietéticas, proteínas, vitaminas del complejo B tales como B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B9 (ácido fólico), vitamina C y vitamina E, y los minerales calcio, hierro, magnesio, manganeso, potasio, zinc y fósforo.
– Las nueces de macadamia tienen un alto valor nutricional y atributos positivos para la salud. Los cambios en la composición y disponibilidad de estos compuestos durante el tostado contribuyen a la calidad del producto, así como el contenido total de polifenoles compuestos que confieren poder antioxidante.
Las puntuaciones sensoriales de sabor y aroma se duplican con el tueste. En general, la calidad sensorial, nutricional y la estabilidad oxidativa de las nueces de macadamia tostadas mejoraron mucho, en comparación con las nueces crudas.
– Su contenido en fibras, mejora el funcionamiento intestinal.
– Mejora el perfil de lípidos. El exceso de ácidos grasos saturados en la dieta se ha asociado con la obesidad, lo que lleva a una interrupción sistémica de la señalización de la insulina, intolerancia a la glucosa e inflamación. Se ha demostrado que la administración de aceite de macadamia mejora el perfil de lípidos en humanos.
La suplementación con aceite de macadamia atenuó la hipertrofia de los adipocitos y la inflamación en el tejido adiposo, y los macrófagos (células importantes del sistema inmunitario, originaria del linaje mieloide del sistema hematopoyético, teniendo como precursor al monocito; tiene capacidad fagocítica estando involucrada en la eliminación de células/partículas extrañas del organismo).
– Reducen el nivel de colesterol. Después de la ingestión con nueces de macademia, las concentraciones de colesterol total en el plasma sanguíneo, LDL, (low density protein lipoproteínas de baja densidad) y triglicéridos disminuyeron, y los niveles HDL (high density lipoprotein lipoproteína de alta densidad) aumentaron.
Estos resultados se asociaron la ingesta reducida de ácidos grasos saturados. Este estudio demuestra que el consumo de nueces de macadamia como parte de una dieta saludable modifica favorablemente el perfil de lípidos plasmáticos en individuos hipercolesterolémicos a pesar de que su dieta es rica en grasas.
Estos hallados son importantes, pues previenen contra las dolencias cardiovasculares.
Fuentes
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