Tika de Chile fabrica productos para picar naturales en base a sus papas nativas y otros vegetales y creando un mercado para pequeños agricultores

Las cervezas artesanales están en auge desde hace varios años, tanto es así que también las grandes marcas han creado espacios para especialidades como es una de la cervecera DAM que utiliza lúpulo cultivado en Prades, una hermosa localidad en las montañas del mismo nombre, conocida además por sus patatas, en Tarragona.

La agrónoma chilena Carolina Echenique decidió seguir un camino similar pero utilizando la riqueza de patatas nativas que existen en los Andes. Su empresa, Tika, utiliza como materias primas vegetales, tubérculos e ingredientes en general que en Chile nunca se habían usado en la industria y crea alimentos que están certificados libres de gluten, sin químicos ni saborizantes artificiales.

En sólo ocho años logró un 8% de participación en el mercado chileno, donde cuenta con 6.000 puntos de venta, y ha llegado ya a una decena de mercados, entre los que están USA, China y Uruguay.

La empresaria contó su historia en el seminario de OMEU 2018, Organización de Mujeres Empresarias de Uruguay, según cuenta un artículo publica el diario El País de esa nación. Explicó que «cambiamos paradigmas, cambiamos conceptos. Llevábamos 30 años en Chile comiendo papas blancas, llenas de aceite, de sal, de saborizantes. Creamos este nicho maravilloso de chips de otros vegetales, que tenían colores, naturalidad, espontaneidad, hablaban de nuestra tierra e integraban a pequeños agricultores», añadió la empresaria, de una formación universitaria muy diversa.

Dips : “blanca Patagonia”

Echenique descubrió que las papas de colores —de las que se cultivan 268 variedades en el sur chileno (en el Archipiélago de Chiloé)— presentan pigmentos naturales y «en 500 años de historia nadie había pensado en emplear estas materias primas industrialmente». Así logró ganarse la confianza de 68 mujeres que ahora viven de la agricultura, mientras que antes acostumbraban a ver que lo que no se vendía en las ferias «terminaba en las bocas de los chanchos (cerdos)».

Hoy el 70% del contenido del snack «Tika Chiloé» se elabora con vegetales que producen estas mujeres y varias de ellas ni siquiera han ido a Puerto Montt, la ciudad grande más próxima al archipiélago;  «la idea es que sea el 100% de este origen», adelantó.

Echenique no tenía grandes presupuestos para invertir en marketing, apostó a diferenciarse en los procesos de fritura, horneo y en el aceite. Montó un laboratorio, se puso a hacer pruebas y optó por envases con una estética distinta (no los tradicionales metalizados) y sistemas de «abre fácil» y doy pack.

Fuente
La empresa de snacks Tika, “indigna” a las multinacionales, El Empresario / El País

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