València ha presentado una candidatura basada en cuatro ejes

El incremento de la infraestructura verde y la promoción de la biodiversidad urbana, la misión climática y la eficiencia energética, la movilidad sostenible y la recuperación del espacio público y la alimentación sostenible vinculada a l’Horta.

 

CRÓNICA
Valencia será Capital Verde Europea en 2024, en una decisión de  la Comisión Europea en la ciudad verde europea de Grenoble. Ésta ciudad francesa tiene este título este año. La capital del País Vasco, Vitoria-Gasteiz era hasta el momento la única ciudad que ostentó este título, en 2012. València competía con el municipio italiano de Cagliari.

El título de  Capital Verde Europea es una distinción que cuenta con  600.000 euros, está promovido por la Comisión Europea desde 2010 para reconocer los proyectos y el compromiso por la ecología urbana, alineados en el Pacto Verde Europeo, la Estrategia de Biodiversidad 2030 de la Unión Europea o los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

La capital de la Comunidad Valenciana defendía en su candidatura Valencia su concepto de “ciudad verde” con mucha infraestructura pública ajardinada y una buena cultura del árbol. En València tienen 594 hectáreas de zonas verdes en su entramado urbano, casi 7,5 metros cuadrados de zona verde por habitante, y, su modelo de  de movilidad sostenible, cuenta con cerca de 200 kilómetros de carriles bici en las calles, hay una política urbanística de peatonalización de sus mejores plazas.

València tiene importantes credenciales de sostenibilidad, como el título de Capital Europea del Turismo Inteligente (2022)  y fué ciudad de la Alimentación Sostenible (2017), con la intención y cierto compromiso para preservar su “huerta periurbana” y la promoción de una alimentación de proximidad.

La propuesta de València como pionera por convertirse en una ciudad climáticamente neutra e inteligente en 2030 y su modelo de desarrollo urbano sostenible le han valido la designación de de  Capital Verde Europea 2024

Próximamente en Estonia, la ciudad de Tallín, en 2023, continuará como ciudad verde europea después de Grenoble. La de Tallín es una capitalidad a la que aspiraron otras ciudades como Barcelona (2013), Sevilla o Zaragoza. Otros años ha sido capital Verde Europea, designadas por la Comisión Europea, Estocolmo, Nantes Hamburgo,  Lisboa, Copenhagen, o Oslo.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, recogió el premio en un acto con el subdirector general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Patrick Child. El premio representa “un compromiso para trabajar en una ciudad cada vez más sostenible y amable con sus ciudadanos sin dejar a nadie atrás. Queremos ser una ciudad más resiliente frente al cambio climático”, dice Ribó.

València mantiene parajes verdes por todas partes. Algunas de sus espacios más relevantes y recientes como grandes pulmones son el Jardín del Turia, antiguo cauce del rio Turia, que desde que se inauguró en 1986, ha ido cambiando y adaptándose a la ciudad, pero también a sus ciudadanos y su forma de vivir. “El 70% de los vecinos de Valencia tiene una zona verde a cinco minutos de casa”, dice el alcalde valenciano; mientras su vicealcaldesa, Sandra Gómez, destaca las actuaciones que se harán en el anillo verde metropolitano, la ruta ciclista y peatonal de 52 kilómetros que une la huerta con el mar, o los itinerarios ciclistas hasta el parque natural de L’Albufera.

En el Ágora de Valencia, un edificio efímero situado en la plaza principal de la ciudad, enfrente del ayuntamiento, construído con motivo de la Capital Mundial del Diseño, ciudadanos y administradores de la candidatura celebraron el fallo del jurado con la lógica alegría y hasta fuegos artificiales por este nuevo logro de liderazgo de ciudad.

 

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